Descripción e información de los analgésicos.
Analgésicos
Los analgésicos son fármacos que reducen o alivian el dolor, independientemente de su localización o tipo: cabeza, musculares, artríticos, entre otros. La reducción del dolor es tan solo una parte del plan terapéutico.
Experiencia de los niños y niñas ante el dolor
El dolor es una sensación individual molesta debida a la lesión de una parte del cuerpo (dolor nociceptivo) o el daño de una zona nerviosa (dolor neuropático). Esta se acompaña de una experiencia psicológica negativa y puede provocar, si es intenso, respuestas en el cuerpo que aumentan este daño (ascenso de la tensión arterial, de la frecuencia cardiaca y respiratoria, sudoración…). Esta memoria temprana del dolor produce miedo a los niños y rechazo de la atención médica en el futuro.
Premisas a tener en cuenta antes de comenzar a tratar el dolor
1. La intensidad o gravedad del dolor ( se puede “evaluar” con escalas).
2. Qué zona duele (nervio, músculo, órgano…) o cual es el tipo de dolor que se tiene.
3. La duración del dolor o el tipo de procedimiento diagnóstico o terapéutico que se va a realizar.
4. Qué medicamentos se han usado antes para el dolor, su efecto, con que horario.
Consideraciones generales en el tratamiento del dolor.
Según la intensidad del dolor valorada con escalas, de cero (sin dolor) a 10 (dolor máximo), podemos hablar de:
Conocer la intensidad del dolor es importante para elegir el analgésico adecuado y en qué forma o por qué vía se va a dar.
Tipos de analgésico a utilizar según la intensidad del dolor
a) Dolor leve: Paracetamol y AINES (sobre todo ibuprofeno). Por vía oral.
Uso en cefaleas, otitis media, faringo-amigdalitis, dolores musculares, contusiones.
b) Dolor moderado: Por vía oral y si no se controla el dolor, por vía intravenosa.
c) Dolor grave: Opioides (morfina, fentanilo), asociados o no a otros fármacos analgésicos que permitirán bajar la dosis de opioide. En el dolor agudo se usa la vía intravenosa por su rapidez de acción. Ejemplos de este dolor: politraumatizados, cirugía muy dolorosa (de tórax, vías urinarias, ortopédica), cáncer...
Medicamentos que colaboran en el tratamiento del dolor
Son aquellos medicamentos empleados para reseñar a fármacos que no se usan para el dolor, pero que tienen propiedades analgésicas en algunas enfermedades.
A estos se pueden añadir a los analgésicos para potenciar el alivio del dolor. Son útiles y comunes para dolores de tipo crónico o casos de cáncer infantil. Algunos ejemplos son:
- En el dolor neuropático (debido a daño nervioso): antidepresivos y algunos antiepilépticos como la carbamacepina, gabapentina o pregabalina.
- Para el dolor óseo: corticoides, bifosfonatos.
- En el dolor asociado a espasmos (contracturas) musculares, frecuentes en niños con enfermedades neurológicas: diazepam.
Consideraciones sobre la vía de administración de los analgésicos
*
Bibliografía: